Nada me sabe igual cuando
estás a mi lado
Todo sabe mejor,
diferente y exótico
como extrañas especias de
algún país lejano
Me refiero, por poner un
ejemplo
a tomar unas tapas
contigo en un bar asturiano
O a comprar un helado en
Palazzo, en mitad de Madrid
y bajar paseando al
Retiro cuando llega el buen tiempo
O a las veces que la
publicidad nos ha llevado al cine
para ver algún bodrio
O a los besos que saben a
whisky y tabaco
Todo duele mucho menos si
tú estás a mi lado
No me afectan, por
ejemplo, las masacres del telediario
Ni los números rojos en
la cuenta corriente
Ni el cáncer que seguro
incubo en mis entrañas
Ni una invasión de zombis
o marcianos
Ni el imprevisto anuncio
del fin de nuestros días
en un juicio final que tú
y yo perderemos
Puede ser egoísta, pero
si estoy contigo
todo importa un carajo
El tiempo que perdimos,
que no estuvimos juntos
fue un tiempo cariado, de
brújulas torcidas
Todo me era ajeno y nadie
me veía ni yo veía a nadie
Era todo muy raro,
desabrido, lejano
Y el paso de las horas
era amargo
como una medicina de la
niñez perdida
El sabor a podrido de
leche fermentada
persiste en mi memoria
Como si me asfixiara el
tufo
de un cadáver comido por
gusanos
Aún recuerdo el asco
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