jueves, 19 de marzo de 2015

En la inauguración del sepulcro de Miguel de Cervantes

(parodia de un conocido soneto con estrambote del autor inmortal)

No dudéis que me asombra la belleza
del sepulcro que guarda en esta villa
el fémur, la tibia y una costilla
del manco de Lepanto sin cabeza.

Millones de turistas con certeza
vendrán a contemplar la maravilla
y en ninguna terraza habrá una silla
libre para tomar tapa y cerveza.

Seguro que los huesos de este muerto
darán más beneficios que el legado
de Sancho, Rocinante y don Quijote.

Y después la alcaldesa dijo: "Es cierto
todo lo que el ministro os ha contado,
y si alguien lo cuestiona, es que es un zote."

Luego dieron un bote,
llevaron al ministro hasta la entrada,
cortaron una cinta, y no hubo nada.

1 comentario:

Candido Rodriguez dijo...

Que paso con estos huesos? al final eran de Cervantes o decidieron que lo mejor era recoger los bártulos y a otra cosa mariposa, se comprarían unos chuches algunos con esto.