sábado, 24 de marzo de 2012

Perdidos (3)

Los posts que he escrito sobre cine son de los que más visitan los internautas que bogan a la deriva por las procelosas aguas del ciberespacio. No sé qué pensarán al llegar a mi blog. Algunos supongo que pensarán que soy idiota. Puede que se pregunten: ¿Por qué nos cuenta este tipo la escena y no se limita a poner un enlace a Youtube para que podamos verla? Ah, amigos, el amor por la palabra escrita, que en nada es incompatible con el amor con la creación audiovisual. Es solo que mi blog no va por esos derroteros. Para eso ya existen otros blogs estupendos, como Cinetario, que lo podéis encontrar en mi lista de enlaces recomendados.

El último post que dediqué al mundo del celuloide es uno de los más concurridos:


Estas son algunas de las palabras clave de búsqueda que llevan a los internautas a mi blog:
escenas deuna vez en america
era se una vez america escena
erase una vez america escena online

He descubierto que la escena que tanto me gusta también ha fascinado a mucha otra gente. Aunque leyendo algunas palabras de búsqueda no sé si les interesa más la escena o la protagonista de la misma:
secuencia pasteles erase una vez en america
erase una vez en america escena peggy
peggy erase una vez america
erase una vez en america escena puta
peggy erase una vez en america follando


Los fanáticos del día de la marmota también abundan:


escenas día de la marmota
como termina la pelicula el dia de la marmota?
hotel pennsylvania el dia de la marmota
si no hubiera mañana significaría que no habría consecuencias.

Los hay que no entienden la película y buscan respuestas. Ahí puede que sí les haya servido de algo la visita a mi blog. Me satisface comprobar que algunas de las cosas que hago porque sí a veces sirven para ayudar al prójimo:
significado dia de la marmota
significado el dia de la marmota
el significado de la marmota en español
que significa la expresion en español dia de la marmota
metaforas en el dia de la marmota película

A otra gente con otro tipo de confusiones también puede que mi blog les haya ilustrado:
alex de la iglesia el dia de la marmota

Y no podían faltar los frikis:
poema dia de la marmota
poema de pelicula dia de la marmota
mazo magic el día de la marmota


Los seguidores de Forrest Gump no se quedan atrás:


escenenas forrest
forrest gump scena del adios de Jenny
el banco de forrest gump
frase forrest gump por que corres forrest?
escenas más importantes en forrest gump
escenas memorables de forrest gump

Hay algunos que no sé si buscan la escena en la que Forrest se cansa de correr como un imbécil o están hasta las narices de la película. Las construcciones gramaticales son confusas:
estoy muy cansado forres gump
estoy muy cansado de forrest gump


Y en los últimos tiempos, vaya usted a saber por qué, el post que escribí sobre Los lunes al sol recibe un aluvión de visitas:


escenas lunes al sol
escenas relevantes de los lunes al sol
escenas memorables los lunes al sol
escenas de subempleo los lunes al sol
escenas más importantes de los lunes al sol
escena los lunes al sol criterio
escena los lunes al sol criterio félix
la cigarra y la hormiga los lunes al sol moraleja
ensayos de los lunes al sol
escena los lunes al sol mejor
cuanto cuesta 8.000 pesetas lunes al sol
escenas impactantes de la pelicula lunes al sol
escena más impactante de los lunes al sol


Y, cómo no, también hay de vez en cuando algunos que saben de cine y buscan información sobre la película más grande del cine español.  Temo ser redundante si digo que me refiero, como no podía ser de otra manera, a Amanece, que no es poco. Este post lo titulé con una de las últimas frases memorables de la película:


Curiosamente es lo mismo que escriben muchos internautas:
me cago en el misterio


Para terminar esta nueva entrega de Perdidos, os dejo algunas de las últimas palabras clave que han llevado a mi blog a esos seres humanos que muestran algún tipo de interés por la especie canina. Lamento que su paso por aquí no haya satisfecho sus expectativas:
perros ladradores
perro ladrador solución
persecucion contra los perros en lavapies
muertes de perros por musulmanes en España
perro de froilan de marichalar
follando niña paseando perro
se queda enganchada follando con perro
jovencitas cachando con perros
lecturas de mujeres follando con perros
follando duro con perros
ninas cojiendo con su perro
mejeres cojiedo con perro
perro   folla   con  una mujer   y  se  queda  enganchado
camara  oculta  follando   con  su  perro
jovencita follando se queda enganchada con su perro
hombre penetrando a perro
follada por perros y hombre al mimo tiempo

martes, 13 de marzo de 2012

Los santos inocentes

Aunque tengo 40 años recién cumplidos, yo diría que empecé a trabajar allá por los albores del siglo XX, y no digo el XIX porque más o menos por las fechas en las que nací mi padre vendió las mulas y compró un Barreiros de segunda mano, lo que vino a traer la revolución industrial a mi casa.  El Barreiros y la aparición de la cosechadora, que acabó con las hoces y los segadores,  eran los únicos elementos anacrónicos en un escenario más propio de una sociedad agraria preindustrial, en parte de autoconsumo y principalmente de subsistencia. Los calendarios que te regalaban las cajas de ahorros, que llevaban un ritmo distinto, andaban por los primeros años de la década de los 70.
Yo empecé a ayudar en el campo siendo muy niño y nunca me pareció raro. Casi todos los chicos de mi edad cuyos padres tenían tierras ayudaban en las labores agrícolas. Nunca se nos pasó por la cabeza que aquello pudiera estar mal. Ni mucho menos que pudiera tratarse de explotación infantil. Era la costumbre en el terruño manchego.
Siendo ya  un adolescente gané mis primeros jornales vendimiando ajeno, que así se llama en mi pueblo ir a recoger la uva de otro a cambio de un jornal exiguo. Por entonces, para estas recolecciones no te daban de alta en la Seguridad Social y el amo, que así se llamaba y creo que se sigue llamando al dueño de las viñas, te pagaba en metálico. En el campo incluso había trabajos en los que aún pagaban en especie, o más bien en especia, que recuerdo que a los que mondaban la rosa del azafrán se les daba una tercera parte de su producción. Los sicalípticos calendarios de los talleres mecánicos andarían ya por la segunda mitad de la década de los 80 y todo lo que yo sabía de la modernidad se lo debía a La bola de cristal, aunque muchas veces me quedaba sin ver el programa por la inveterada costumbre que tenía mi padre de llevarme casi todos los sábados al campo.
Por todo este bagaje supongo que no me resultó extraño empezar a trabajar de camarero sin que me hicieran contrato. Cuando dejé de ser aprendiz y me concedieron los galones de camarero, recuerdo que mi jefe me ofreció alguna vez, sin mucho entusiasmo, la posibilidad de darme de alta en la Seguridad Social a cambio de restar de mi triste salario el importe de ese capricho. Por entonces trabajaba solo los fines de semana y los periodos vacacionales y necesitaba todo el dinero que pudiera conseguir para pagarme los estudios. Le dije que no, claro. Tampoco me parecía tan raro trabajar sin contrato. Era algo que llevaba haciendo toda la vida.
En los 90 me fui a Madrid y pasé varios veranos en la construcción a las órdenes de contratistas que me hacían firmar mi despido voluntario el mismo día que firmaba el contrato. En mi solicitud de despido quedaba en blanco la fecha para rellenarla cuando estimaran oportuno. Salvo un mes que trabajé para unos impresentables, nunca tuve ningún problema. Todo se basaba en la buena voluntad de ambas partes y tengo que reconocer que siempre me despidieron cuando yo lo pedía, que solía coincidir con el final del verano y el arranque del curso universitario. Yo sabía que todo aquello era, cuanto menos, irregular, pero me parecía de lo más natural. Era lo que todo el mundo hacía. Y a mí al menos me hacían contrato, que por entonces ya había en la construcción muchos inmigrantes trabajando de forma ilegal y por un sueldo inferior al mío.
En aquellos primeros años de la década de los 90 también tuve mi primer contrato totalmente legal. Fue con una empresa de limpieza, que me contrató para que sacara lustre a los cristales de algunas sucursales bancarias. En aquel trabajo me sorprendió que la nómina reflejara con exactitud las horas que trabajaba y el dinero que cobraba. La falta de costumbre. En la construcción, que había sido hasta el momento mi único trabajo más o menos regularizado, solía cobrar en B las horas extras.
A rachas volví a trabajar de camarero, sin contrato o con un contrato de veinte horas semanales por si algún inspector de trabajo tenía la feliz idea de darnos una sorpresa, que en aquellos tiempos las inspecciones empezaron a ser un poco más serias.
Cuando terminé la carrera, la crisis era tan galopante que tuve que volver a la hostelería para no tener que irme de Madrid. Encontré trabajo en una cadena de cafeterías. Firmé un contrato de 40 horas semanales para terminar trabajando más de 60 sin cobrar horas extras, y a un ritmo tan frenético que solo algunos inmigrantes desesperados eran capaces de aguantar durante mucho tiempo. Yo lo conseguí durante todo un verano.
Ese fue el último sitio en el que me explotaron. Poco después encontré un trabajo que me gustaba y en el que, aunque no me pagaban mucho, todos mis derechos sindicales estaban reconocidos según convenio.
No quería contar todo esto para hacer un retrato dickensiano y lacrimógeno de mi infancia y juventud, sino para reflexionar sobre las ideas que me inculcaron, ya en plena democracia, sobre los derechos laborales. Supongo que las vivencias de muchos españoles no distan mucho de las mías. Son prácticas que incluso hoy, cuando los calendarios de los móviles indican que estamos en el siglo XXI, se han seguido manteniendo, aunque los afectados hayan sido en muchas ocasiones inmigrantes. Hasta ayer mismo veíamos con normalidad, incluso con comprensión e indulgencia, el incumplimiento de los convenios sindicales. Y de los sindicatos verticales del franquismo, que fueron anteayer, mejor no acordarse.
Puede que todo esto explique por qué en este país no hay un sentimiento sindical arraigado. Estoy convencido de que los cuarenta años de dictadura franquista son los responsables de que el movimiento sindical no haya evolucionado en España de forma natural. Supongo que lo mismo hubiera pasado en toda Europa si Hitler hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial.
Con la llegada de la democracia intentamos importar el sistema de las socialdemocracias europeas. Sin revoluciones, sin violencia, sin estridencias, como no se cansan de repetirnos. Pero esa transición pactada con los reaccionarios e impuesta por un referéndum sin alternativas solo nos sirvió para crear una copia defectuosa de lo que debería ser una democracia. Los sindicatos nacieron de la mano del Estado y nunca han llegado a cuajar porque los liberados sindicales no dejan de parecernos una suerte de funcionarios pesebreros y protestones.
No sé si en Madrid, en Cataluña, en el País Vasco y en el resto de zonas más industrializadas de España el sentimiento sindical tiene un arraigo mayor, pero sí sé que muchos españoles pasamos de un día para otro del Antiguo Régimen a una revolución industrial tardía lastrada por las convenciones del régimen franquista, que poco a poco había ido haciendo concesiones a los oropeles de la sociedad de consumo para disimular sus taras.
Muchos españoles todavía no han terminado de creerse que los trabajadores tengan que tener unos derechos. Seguro que ven mucho más razonable –porque así ha sido desde siempre- agachar la cabeza y obedecer sin rechistar al patrón (o al amo), que para eso es el que paga.

viernes, 2 de marzo de 2012

Perdidos (2)

Esta segunda entrega de Perdidos la voy a dedicar a esos posts que escribí con mucha ilusión pero sin ninguna esperanza de que llegaran a entrar en el top ten de los más visitados. Y es que a veces las sorpresas que les deparan los buscadores de internet a los internautas son tan desconcertantes como los mismos internautas.

Nunca me hubiera imaginado que hubiera tanta gente buscando en la red una fórmula mágica (y gratuita) para escribir poemas, cuentos y novelas. Ni mucho menos que su número pudiera rivalizar con la multitud que busca recetas de cocina o métodos para fabricar bombas caseras.

Para todos ellos escribí este post:


Espero que a mucha gente le haya servido para ahorrarse tiempo. O dinero. O ambas cosas, después de haber considerado seriamente la firmeza de su vocación literaria.

Esta es solo una muestra de las palabras de búsqueda que encuentro cada día en mi blog:
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Y hasta en otras lenguas romances:
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Tampoco esperaba que mi sección de cuentos con moraleja causara tanto furor. Ideé la sección por lo irónico que resulta ver la realidad de nuestro siglo a la luz de los cuentos tradicionales. Y también porque me divierte mucho coger un cuento clásico y hacer una adaptación más moderna. Ya dije en mi anterior entrega de Perdidos que el cuento de El traje nuevo del emperador  y El cuento de la inundación estaban en el podio del blog. Aquí os dejo otros cuentos muy visitados y las palabras de búsqueda que a muchos les han llevado a ellos:


moraleja de dios


cuento las ranas y el sol
el sol y las ranas moraleja
el sol y las ranas fabulas fedro


cuento moraleja búho


juan manuel: cuento 6:la golondrina
las golondrinas y el lino
cuento las golondrinas
cuento ocn moraleja de golondrina


cuentos tomelloseros


el cuento de la zorra
cuento la zorra y las uvas
la zorra y las uvas samaniego comentario texto

Otros llegan al blog buscando cuentos y moralejas y acabarán en cualquier parte de la sección:

blog relatos con moraleja
cuentos inventados con moralejas
moraleja de los que no creen en dios
cuentos con honda
cuentos resolución de problemas moraleja
cuentos del dia de las mdres con moraleja
cuentos de esopo fecha y siglo cuando se iso el cuento
las 3 ranitas moralejas
cuento con moraleja sobre cotillas
moralejas del 2012
moraleja desanimo
ideas para hacer un cuento con moraleja
moraleja de un cuento de evitar ser engañado
cuentos con moraleja bloggers
moraleja el enemigo y el espejo
cuentos  trabajadores con moraleja
plegarias con moraleja


Para terminar os dejo una selección de las búsquedas de los innúmeros amantes de la especie canina que acuden a mi blog engañados por el reclamo de su título:
acabar perros ladradores blog
un cuento de el perro ladrador
bañar a un perro despues del froila
perro ladrador solución
perros ladradores comunidad de Madrid
ladrador bebe precio
chiste del perro con contrato fijo
me agache a recogerlo y el perro
mujeres austriacas follando con perros
jovencita se deja follar por perro y se queda enganchada