sábado, 1 de octubre de 2011

La conciencia del director del IES concertado (voz en off)

¿La huelga de los profesores de la enseñanza pública? Una vergüenza. ¿Por qué hay que apoyar la escuela pública si es más costosa para la sociedad que la concertada? O que la privada, que no recibe ni un duro del Estado aunque ahora la Comunidad de Madrid les desgrave algo en la declaración de la renta a los padres que llevan a sus hijos a esos colegios. A qué viene engañar así a la gente. Nosotros hacemos el mismo trabajo con mucho menos presupuesto. Normal que en las comunidades con sentido común, como la Comunidad de Madrid, cada vez se nos haga más caso. ¿De qué se quejan ahora los profesores de la pública? ¿De que van a dar 20 horas de clase? Nosotros damos desde hace siglos 24 o 25. Y las guardias de recreo ni siquiera se consideran lectivas. Y aquí no se queja ni dios, incluso cobrando menos que los profesores de la pública. Porque si no les interesa, ya saben por dónde se sale. Que aquí por cada profesor que ha opositado para irse a la pública tenemos cien llamando a la puerta para ocupar su puesto. Y ahora con todos los interinos que han echado de la enseñanza pública no nos va a dar ni tiempo a leer todos los currículos. Ya verás tú como si contratamos a uno de estos rebotados de la escuela pública que anda por la calle con la camisetita verde aporreando una cacerola, luego aquí no dice ni mu. Ni por dar más horas ni por pasarse mucho tiempo en casa preparando las clases o corrigiendo exámenes. Aquí nadie rechista porque todo el mundo sabe lo que hay. Si trabajan mucho en casa, a lo mejor lo que pasa es que simplemente son un poco lentos o les falta preparación. En ese caso lo que deberían hacer es darnos las gracias por contratarlos sin merecerse el puesto. ¿Por qué dicen que va a empeorar la educación? ¿Porque el número de alumnos por clase va a ser demasiado elevado? Gilipolleces. Nosotros llevamos años con las clases a tope y no nos hemos muerto. Aquí no nos podemos permitir tener clases de la ESO con menos de 30 alumnos. Nuestro presupuesto es muy ajustado y hay que rentabilizarlo. Y no tenemos desdobles ni nada de eso. Esos caprichos quedan para la pública, que es la que se puede permitir esos lujos con todo el dinero que le dan. Luego se quejan de que no admitimos muchos alumnos inmigrantes o con necesidades educativas especiales. ¿Quién nos pagaría a nosotros los profesionales necesarios para atenderlos? Que nos den a nosotros el dinero que le dan a un instituto público y ya verán como ponemos desdobles, apoyos y una cancha de baloncesto nueva. El doble de profesores que ellos tendríamos para atender al alumnado con dificultades. Porque con nosotros trabajarían más horas. Esas son las cuentas que hay que echar. No el número de profesores que trabajan, sino la cantidad de horas de trabajo que se consiguen invirtiendo menos dinero. También se quejan algunos profesores de la pública de que ahora les obligan a impartir asignaturas de las que no son especialistas. Nosotros lo llevamos haciendo toda la vida y nadie ha protestado. Un profesor de Historia puede dar una clase de Filosofía perfectamente con poco que se la prepare. Y un profesor de Matemáticas no debería tener problemas para dar Física. Ni uno de Inglés para dar Lengua Castellana. ¿O no? ¿O es que por ser de Inglés no va a saber español? Incluso al revés. El que más y el que menos hoy chapurrea el inglés y total, para la mierda de nivel que tienen ahora la ESO y el Bachillerato... ¿O es que si te quedan unas horas sueltas de una asignatura vas a tener que contratar un profesor más? Aquí tenemos varios profesores que imparten más de una asignatura. Y no siempre los más preparados son los mejores profesores. Uno de los mejores que tenemos en el Departamento de Lengua ni estudió Filología ni nada que se le parezca. Estudió Ciencias Políticas y lo cogimos porque es sobrino del jefe de estudios. Todo un acierto. De los mejores. Nunca ha dado ningún problema. Otra cosa igual. Siempre están quejándose los de la enseñanza pública de las oposiciones. ¿Es que se creen que porque hayan pasado una oposición son mejores que nosotros? Aquí tenemos un montón de profesores que cogimos porque tenían algún conocido en el centro o porque eran antiguos alumnos. Y nos ha ido muy bien. Porque lo que funciona es tener referencias, saber que van a ser fieles y respetuosos con la idiosincrasia de nuestro centro. Aunque no todos los profesores que trabajan aquí entraron por tener algún contacto. Hay bastantes que entraron por currículum y después de pasar entrevistas muy rigurosas. Algunos se han terminado yendo a la pública, supongo que para trabajar menos, pero no han sido muchos. El truco para que los profesores te duren está en saber elegirlos. Está bien, por ejemplo, contratar profesores que comulguen con nuestras creencias. O que vivan cerca. Parece una tontería, pero un profesor que viva cerca no querrá presentarse a una oposición por si le dan un destino lejos de casa. Y si además tiene hijos, mejor. Una persona que se tenga que hacer cargo de sus hijos no va a arriesgarse a hacer una oposición para que la manden a la otra punta de la Comunidad de Madrid. A los profesores y profesoras que quieren les permitimos escolarizar aquí a sus hijos, y cuando son pequeños, en el colegio que tenemos enfrente. Es una oferta que muy pocos pueden rechazar. Es otro vínculo y ya he explicado que son los vínculos con el centro los que garantizan la fidelidad. Da igual si es un vínculo personal o afectivo. El caso es que haya algún vínculo. Eso vale mucho más que tener a un profesor que sabe mucho y que lleva cinco años preparando oposiciones. Por eso funciona bien nuestra empresa. Por eso y porque tenemos contentos a nuestros clientes. Y no se trata de ofrecer calidad. Si la enseñanza pública tiene tanta calidad, no sé por qué cada vez más gente nos prefiere a nosotros. Los padres no quieren calidad. Quieren que sus hijos se porten bien y aprueben. Eso es lo que les damos aquí. Y el que quiere calidad le busca a su hijo un profesor particular. Porque eso es la calidad, la enseñanza personalizada. Pero eso tiene un coste, claro, y nuestra sociedad no se lo puede permitir. ¿O es que yo no iba a querer poner más profesores si me dieran el dinero para hacerlo? Pero no hay dinero y de lo que se trata es de tener al cliente satisfecho. Es lo que hacemos nosotros. La escuela pública nunca podrá tener la exclusividad y el prestigio que tiene estudiar en nuestro centro. Por mucha calidad y recursos que puedan ofrecer los institutos públicos. Porque a la gente lo que le gusta es sentirse un poco especial y pensar que está dando a sus hijos algo extra. Es importante que el día de mañana sus hijos vean que sus padres hicieron todo lo que pudieron para darles la mejor educación, que no se conformaron con lo que tenía cualquiera. Eso es lo que quieren. En la enseñanza pública hay padres resignados. Nosotros tenemos clientes satisfechos. Porque les damos lo que quieren. O al menos les hacemos creer que lo que les damos es lo que quieren. ¿Y eso cómo se consigue? Con publicidad y buena prensa. Eso es mucho más importante que la calidad. Y más barato. ¿A quién coño le importa la calidad? ¿Quieren ver el grado de satisfacción de mis clientes? ¡Háganles una encuesta! Todos los años se dan de hostias para conseguir una plaza en nuestro instituto.

2 comentarios:

Antonio Díez dijo...

pero esto lo has copiado de algún sitio? porque es tal cual...

Félix Chacón dijo...

La idea me la dio Charlie Kaufman con su película "Cómo ser John Malkovich", pero el agujero que me permite meterme dentro de otras cabezas tuve que buscarlo yo solito :-)