martes, 7 de julio de 2009

Odio al Real Madrid

Hace un par días iba en el coche con la radio sintonizada en un programa de deportes para enterarme de cómo terminaba el partido de Roddick y Federer cuando escuché a un comentarista afirmar que eran tan impresionantes los fichajes del Real Madrid que habían conseguido eclipsar el triplete del Barça. Tal ejercicio de cinismo me dejó estupefacto. Todos los titulares de deportes que se consiguen por victorias son merecidos. El resto son producto de la manipulación mediática y de unos intereses que no siempre están claros. Quizá los lectores, oyentes o telespectadores menos avisados piensen que el Real Madrid aparece tanto en los medios porque es muy importante, pero cualquier persona con un poco de mundo sabe cómo funcionan los engranajes capitalistas. Los medios dependen de empresas y estas empresas utilizan estos medios para sus fines económicos y políticos. Las ramificaciones económicas y políticas del Real Madrid tienen que ser apabullantes. En los diarios nacionales, siempre enfrentados por sus filiaciones políticas, ni siquiera tiene oposición. A veces da la sensación de que todos los medios trabajan para el gabinete de prensa del Real Madrid.

Mi odio al Real Madrid no viene de lejos. De hecho, de pequeño era del Real Madrid. Luego he estado casi toda mi vida en la indiferencia futbolística más absoluta. Esta fobia al madridismo es algo nuevo, que quizá lleva incubándose tres o cuatro años, pero no más. Tiene que estar ya en un avanzado proceso de gestación porque este año me he dado cuenta de que me alegro cada vez que pierde. Como a mí personalmente el Real Madrid no me ha hecho ningún mal (salvo no dejarme dormir en las largas noches de celebración de sus títulos durante los muchos años que viví en Madrid), tengo que pensar que la razón de mi aversión tiene que ser el asco que me produce ver cómo controlan todos los medios de comunicación, cómo pisotean a la competencia aunque no hayan ganado ningún título. El Real Madrid siempre es el titular, gane o pierda. Es una marca, un club que se dedica a vender camisetas y derechos de imagen de sus jugadores. Ahora ha vuelto Florentino de presidente, ese gran vendedor de merchandising. La mierda del fondo que la han vuelto a remover. Probablemente si los socios del Real Madrid pudieran ver lo que su sacrosanto club esconde en las alcantarillas girarían la cabeza asqueados. En el Real Madrid todos los presidentes tienen cara de mafiosos. Y todos los Valdanos y Mijatovics que trabajan para el club acaban teniéndola. Con la excepción de Butragueño, que nunca perdió su cara de idiota.

No soy de ningún equipo, pero ya me puedo definir, al menos, como antimadridista. No está mal a mi edad haber llegado a tomar una postura en este aspecto. De cualquier forma, en otras cuestiones que me he tomado más en serio, como la política o la religión, no he llegado mucho más lejos. Políticamente me defino así: odio al PP. Religiosamente: odio al Vaticano.

Mis colegas madridistas no tienen por qué preocuparse. Que odie al Real Madrid no significa que odie a sus seguidores. Mis amigos peperos o católicos, o ambas cosas al mismo tiempo, pueden dar fe de que no tengo ningún problema en tomarme una copa con ellos. Eso sí, si el año que viene el Cristiano Ronaldo este de los cojones y Kaká (vaya mierda de nombre) se comen los mocos en la Liga y en la Champions que se preparen para una buena ración de pitorreo.

5 comentarios:

cambalache dijo...

Me reconforta la primera línea del último párrafo. Yo, a mi edad, no estoy ya a tiempo de cambiar. Soy un puto forofo (madridista, claro está)

Félix Chacón dijo...

A ti y a mí, Germán, para echarnos unas risas siempre nos quedará el PP.

Birubao dijo...

Puff no podría estar más de acuerdo. Ya veo que coincidimos en tema de post esta semana. Un saludo antimadridista y antibarcelonista.

Félix Chacón dijo...

Querido Biru, nada más colgar mi post me he pasado por tu blog y he visto que también habías escrito sobre el Madrid hace un par de días. Es curioso. Otra de nuestras afinidades y coincidencias. Pero he aquí la ironía de la vida: al final nosotros también estamos hablando del Real Madrid. Otra mordida de anzuelo. Este Florentino es un crack.

cambalache dijo...

Eso es verdad. Y que no falte (por lo menos las risas; el PP como que me la suda)